En los límites de la frontera entre Cáceres y Portugal, en la confluencia entre los ríos Tajo y Alagón, nos encontramos con otra de la maravillas del patrimonio extremeño: Alcántara. Este precioso municipio posee una riqueza histórica, cultural y artística digna de ser admirada. Siendo esto así, tengo que decir que la sensación que me dio es de cierto abandono por parte de la administración. Viendo el potencial que tiene Alcántara a nivel turístico, esto me sorprendió y entristeció bastante, ciertamente. Preguntando a varios empresarios locales me corroboraron este pensamiento sin saber ni ellos mismos el por qué de este cierto abandono a la hora de promocionar más y mejor su pueblo y de no explotar el patrimonio, bien por medio de la administración pública o bien por iniciativas privadas. Una pena, la verdad. Recemos para que no empeore la cosa y que las maravillas que tiene Alcántara por lo menos las cuiden y mantengan esperando años mejores.
Fundada en la época del emperador Trajano, Alcántara debe su nombre a los musulmanes, que la llamaron Al Qantarat (El Puente), el símbolo de este pueblo. Desde su emblemático puente romano os recomiendo empezar la visita y recorrer los principales puntos de interés.

El puente de Alcántara con la fortaleza de origen musulmán de fondo

Junto al puente se encuentra este pequeño templo romano

El Embalse de Alcántara sobre el cauce del río Tajo
El puente romano de Alcántara es toda una joya arquitectónica. Todavía hoy se sigue estudiando cómo los romanos pudieron hacer una obra tan perfect que pudiera aguantar los envistes del Tajo en un punto del río tan sinuoso. Sus dimensiones, sabiendo que se levantó en el año 104, son tremendas: 194 metros de largo, 8 de ancho y 61 metros de altura. Destaca también el arco del triunfo central dedicado a Trajano. Derribado varias veces en diversas guerras a lo largo de la historia, por suerte se ha podido recuperar y mantener hasta nuestro días. Cruzando el puente hacia el margen izquierdo, nos encontraremos con un pequeño templete romano. Junto con el templo romano de Vich, se trata de los dos únicos templos romanos conservados prácticamente completos de toda España.
Antes de seguir, otra pequeña queja sobre el puente: sería bueno que alguien también escuchara las reclamaciones de los vecinos de Alcántara sobre su uso. Debido a que el tráfico rodado utiliza el puente para cruzar el río Tajo (no lo entiendo) se está comprobando como poco a poco el piso se está deteriorando y hundiendo. Se ha pedido a Iberdrola que permitan usar la carretera del embalse para desviar el tráfico del puente y así no empeorarlo más de lo que está, pero las peticiones a día de hoy han sido en balde.

Del Convento de San Benito destaca su fachada renacentista

Antigua Hospedería del Convento de San Benito

El claustro gótico del Convento de San Benito es una auténtica maravilla

Destaca el pozo del claustro ya que se encuentra en la misma torre de vigilancia
Una vez nos adentremos en el centro de Alcántara, tenemos una parada obligada: el Convento de San Benito. Si al principio he sido un tanto crítico en cuanto al mantenimiento y explotación del patrimonio de Alcántara, aquí tengo que hacer una salvedad. Gracias al capital público y privado, el antiguo Convento de San Benito ha sido en gran parte reformado y gracias a ello podemos contemplar el principal monumento religioso del municipio. Declarado Monumento Nacional en 1914, estaba totalmente abandonado y en estado ruinoso debido a la desamortización de Mendizábal de 1835. Destaca sobre todo su maravilloso claustro gótico, su fachada exterior renacentista y la conocida como Galería de Carlos V. Esta galería está ubicada en el ala este del convento. La fachada tiene tres pisos de altura sujetados con columnas jónicas. Esta galería de tres pisos sirve ahora de escenario al hemiciclo realizado ante ella, siendo ocupado por los espectadores que asisten al Festival de Teatro Clásico que se celebra en Alcántara. Este convento-fortaleza fue la tercera y última casa de los caballeros de la Orden Militar de Alcántara.
Para seguir disfrutando de esta maravillosa villa, os aconsejo que os dirijais hacia el antiguo castillo medieval de Alcántara. Actualmente se encuentra en estado ruinoso y no se puede visitar por dentro, pero desde allí podréis entender mejor la relevancia estratégica que tenía este pueblo por su ubicación dominando el Tajo y la importancia del puente para sus comunicaciones. Por algo fue Alcántara tan codiciada por los romanos, musulmanes, portugués, franceses, etc… En ese mismo punto también se puede observar gran parte de la antigua muralla defensiva que resguardaba a los vecinos alcantarinos de los enemigos.

Patio interior ajardinado del Convento de San Benito

Iglesia de Santa María de Almocóvar
Otros puntos de interés
Como os decía al principio, Alcántara posee un rico patrimonio arquitectónico. Además del puente, el Convento de San Benito y el antiguo castillo, podemos visitar casi una quincena de iglesias y ermitas repartidas por todo el casco antiguo. Destaca sobre todas ellas la Iglesia parroquial de Santa María de Almocóvar. Levantada sobre una antigua mezquita, se encuentra en el centro del pueblo, del exterior llama la atención sus tres portadas románicas. En el interior guarda un pequeño tesoro: el sepulcro del comendador Antonio Bravo de Jerez.
Mientras recorréis el casco en busca de estos otros puntos de interés, no perdáis de vista los antiguos palacios construidos por la burguesía, así como algunos elementos de arquitectura popular, especialmente las chimeneas y la original y coqueta plaza de toros.

El castillo medieval de Alcántara defendía estratégicamente el pueblo

Desde el castillo se puede apreciar parte de la antigua muralla defensiva

Vistas del puente de Alcántara y el río Tajo desde la fortaleza
Dónde dormir
Sin duda alguna, la mejor opción para dormir en Alcántara es la Hospedería Conventual, un antiguo convento del S. XV reconvertido a hotel de cuatro estrellas. Todas sus habitaciones son amplias y con unas fabulosas vistas al municipio y alrededores. Del interior de la Hospedería hay que destacar sobre todo el Museo de la Fábrica de Harinas que posee, un enorme dispositivo de madera y metal que ocupa tres alturas de la Hospedería. Destaca también la calidad de su restauración, con su terraza “El Balconcito”, desde donde podremos observar las maravillosas vistas al paisaje natural de Alcántara.
Pero si queréis otra opción buscando un turismo de relax y salud, a muy pocos kilómetros tenéis el Balneario de Brozas, el hotel idóneo para descansar y reponer fuerzas en un entorno natural muy acogedor.
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